Iluminación en oficinas en casa

Si estás pensando en la ilumincación en oficinas en casa, te vamos a dar algunos consejos para que puedas disfrutar de un buen ambiente de trabajo sin forzar la vista.

Hoy en día, cada vez más personas montan una oficina en casa, ya sea para entretenerse, estudiar, trastear o trabajar a tiempo completo. Una buena iluminación no sólo es esencial para proteger la vista, sino también para crear un espacio agradable que favorezca la concentración, la atención y el buen humor.

A continuación te ofrecemos algunos consejos para optimizar la iluminación de tu espacio personal, sin renunciar a la estética, gracias a las múltiples opciones que ofrece TechLuz.

Multiplicar las fuentes de iluminación en oficinas en casa

Aunque tengas algo de luz natural, es mejor tener varias fuentes de luz artificial para los días más grises y cortos del otoño y el invierno.

Empieza con una lámpara de techo o colgante que dé una luz uniforme en la habitación.

Para jugar con la intensidad de la luz ambiental, puede ser una buena idea instalar un regulador de intensidad, especialmente si trabajas por la noche.

Esto te permitirá combinar la iluminación general de la habitación con la iluminación adicional de una lámpara de escritorio. El ambiente será funcional, suave y relajante para los ojos.

Si el espacio lo permite, deberías instalar al menos dos lámparas de escritorio con brazos articulados y cabezales ajustables para una mejor iluminación direccional.

Una de las dos lámparas podría ser una lámpara decorativa para dar más ambiente en función del nivel de luz que necesite para realizar tus actividades y, por supuesto, de acuerdo con tus gustos.

Iluminación en oficinas orientando correctamente las fuentes de luz

¿Sabías que si eres diestro, debes poner la lámpara principal de tu escritorio a la izquierda para evitar las molestas sombras? Si eres zurdo, ¡es al revés!

Si trabajas con el ordenador, coloca la lámpara a un lado o detrás de la pantalla para no forzar la vista y dirige el haz de luz hacia el centro de la zona de trabajo. Si trabajas por la noche, evita hacerlo en la oscuridad. La luz azul de las pantallas de ordenador reduce el rendimiento cognitivo y provoca un envejecimiento acelerado de la retina.

La intensidad de las fuentes de luz

Para una iluminación ergonómica, lo mejor es elegir lámparas de escritorio que emitan entre 2700 y 3000 Kelvin.

La luz debe ser cálida, sin ser demasiado blanca. Lo ideal es que la iluminación sea lo más parecida posible a la luz natural y que además sea adecuada para el trabajo que estás realizando.

Ten en cuenta que cuanto más detallado sea el trabajo, más intensa debe ser la iluminación. Y como la vista se deteriora con el paso de los años, también hay que tener en cuenta el factor de la edad cuando se trata de la intensidad de la luz. Una persona de 50 años necesitará más luz para trabajar que una de 20 años.

Elegir las bombillas adecuadas

Para una lámpara de escritorio, una bombilla incandescente convencional de quince vatios es más que suficiente.

La iluminación LED también es una buena opción, siempre que se eviten las bombillas que emiten luz azulada que es mala para la retina del ojo.

Si optas por una bombilla halógena, que emite una luz agradable, evita la iluminación directa. En cuanto a las bombillas fluorescentes compactas, es preferible no instalarlas a menos de 30 cm de los ojos.

Por último, si su oficina se encuentra en una habitación más bien oscura y con poca o ninguna luz natural, pinte las paredes de blanco o de colores pastel para mejorar la luminosidad y la difusión de la luz artificial.